La prohibición que por su peligrosidad dispusieron las autoridades contra el popular raticida Tres Pasitos es letra muerta. Su venta callejera lo mantiene como sustancia de frecuente empleo para el suicidio y hasta para el asesinato. El verdadero nombre es Aldicarb. Su poder de muerte es casi instantáneo pero se supone que no debe ser aplicado contra plagas hogareñas sino contra las de la agricultura.
El plaguicida aldicarb conocido popularmente como Tres Pasitos, fue prohibido en diciembre del 2009 por el Ministerio de Agricultura y sin embargo, es vendido en cualquier esquina.
Es común en centros de pequeños comercios o mercados ver a vendedores ambulantes ofrecer el Tres Pasitos de manera libre. También se vende al pregón en los sectores residenciales. Su costo en pequeños sobres es desde 10 pesos.
Este veneno es tan poderoso que basta una pequeña ración para matar a un ser humano.
El uso de este veneno ha costado la vida a varias personas, tanto por casos de suicidio como por homicidio. Se recuerda como caso dramático que en febrero del 2009 en San José de las Matas, de Santiago, un enajenado mental echó tres pasitos a un café del que bebió un grupo en su casa materna. Tres miembros murieron.
En las casas o comercios, el plagicida es usado mayormente para eliminar a las ratas.
El Aldicarb es un compuesto químico perteneciente a la familia de los carbamatos, insecticidas usados en su mayoría en jardines y en agricultura.
Es eficaz contra los insectos de flores, de vegetales y arañas rojas, chinches y minadores de las hojas, pero se usa principalmente como matador de gusanos que viven en la tierra y se alimentan de raíces de las plantas.
El Aldicarb está aprobado por la agencia ambiental de los Estados Unidos para uso por parte de aplicadores de plaguicidas profesionales en diversos cultivos, incluidos el algodón, frijol, y otros. Sin embargo no está aprobado para uso doméstico.
En seres humanos, la exposición a altas cantidades puede causar debilidad, visión borrosa, dolor de cabeza, náuseas, lagrimeo, sudoración y temblores.
Dosis muy altas pueden ser mortales para los seres humanos, ya que pueden paralizar el sistema respiratorio.
Prohibidos. En diciembre del 2009 Agricultura prohibió un grupo de plaguicidas. Están los acefato, aldicarb, amitraz, clorfenapir, diclorvos, malation, metamidofos, metiocarb, monocrotofos y ometoato.
Restringió el benomil, carbofurán, carbendazim, clorpirifos, diafentiuron, diazinon, dicofol, dimetoato, endosulfan, fenamidona, imidacloprid, metomil, oxamil, profenofos, propiconazol, tiabendazol y tiacloprid. Deben ser aplicados solo en algunos cultivos y bajo la supervisión de técnicos de Agricultura.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, a través del proyecto Diversificación Rural (Usaid-Red) presentó un estudio que reveló que el 45% de los pesticidas usados en el país son tóxicos, por lo que están prohibidas o restringidos por la Agencia de Protección Ambiental de ese país (EPA, por su sigla en inglés) y por el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs).
Esta semana, Salud Pública hizo una campaña para combatir las plagas en los hogares.
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