Un trabajo realizado por el ingeniero Félix Díaz Tejada sobre Loma Miranda, con el título “El último pulmón del Cibao Central”, destaca sobre la gravedad de la intención de explotación salvaje por parte de entidades extranjeras sobre este recurso natural dominicano. Es decir, que nos pertenece a todos y a todas.
El pueblo dominicano se ha lanzado a las calles y ha dicho que “no” a la explotación de esta reserva, y no es por “j... la paciencia”, como dicen por ahí, sino por razones fundamentadas, lógicas, ciertas y muy peligrosas que pueden resultar como consecuencia de ello. Les voy a citar algunos de los daños acentuados por el ingeniero Díaz en su trabajo.
1) Contaminación a gran escala de las aguas de superficie y subterráneas con sustancias tóxicas, incluyendo el arsénico, plomo, cadmio, cromo, cianuro y mercurio e incluso sustancias radioactivas, con impactos catastróficos en la fauna, la flora y la salud humana.
2) Deforestación masiva y sequías por efecto de la desertificación y el agotamiento de las fuentes de agua.
3) Destrucción del hábitat de especies de animales y plantas en peligro de extinción e incluso de ecosistemas enteros. Además de deteriorar el paisaje natural.
4) Impactos nocivos en áreas protegidas y contaminación del aire debido al polvo producido por la excavación y el constante tráfico vehicular con impactos considerables en la flora y la fauna, llegando hasta los sectores residenciales urbanos tal y como está ocurriendo en las urbanizaciones localizadas al sur y sureste de la ciudad de La Vega.
5) Emisiones de gases de efecto invernadero. Además, de alteración del clima, lo cual se expresa con fuertes olas de calor, tal y como se ha venido registrando en el municipio de La Vega, luego de la irresponsable explotación de Loma Ortega, cuyas temperaturas suben hasta a 36 grados, además de provocar el efecto de una mayor evapotranspiración, lo cual genera déficit entre la cantidad de humedad en comparación con la que se evapora.
6) Desaparición de nacimientos de agua como ha ocurrido con varios de los arroyos que nacían en Loma Ortega y tributaban al Río Pontón.
Ya estamos cansados de que se sigan cometiendo abusos a nuestros recursos naturales, apelo al buen juicio de nuestro presidente Danilo Medina para que tome cartas en el asunto y haga “lo que nunca se ha hecho”.
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