Hay personas que gustan de lo prohibido, e inician relaciones con alguien comprometido y, como le parece interesante tienden a empeñarse en adueñarse de lo ajeno. Es en este punto donde se pasa de la conquista a la competencia. Por eso es preciso deternser antes de pisar el primer escalón. Piensa, medita para determinar si conviene tejer afectos con esa persona. No des un paso que te traerá resaca moral y dolor.
No insistas en seguir el juego, no luches por lo ajeno.
Si intimas, no dejes huellas a propósito para provocar desavenencias. No ganarás nada con tal actitud, porque el amor es espontáneo. Si fue que pasaste por algo similar no quieras que otra persona atraviese por tu misma experiencia.
Piensa en que cuando un hombre y una mujer están dentro del propósito divino todo armoniza y no hay necesidad de instar a situaciones que originan desgaste de energía. No codicies la pareja de tu prójimo, pues puede ser una trampa para tu alma y corazón. No caigas en ella.
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