Feodasta, Crimea. Mientras antiguos colegas los saludaban desde el exterior de una base tomada por las fuerzas rusas, infantes de Marina ucranianos en Crimea abordaron autobuses el martes para dirigirse a Ucrania. Fue una salida deslucida de este puerto en el este del Mar Negro, luego de que menos de una decena de amigos y parientes estuvieron presentes para despedir a los soldados.
Un transporte de tropas con placas militares rusas color negro iba detrás del autobús mientras éste se alejaba. Su partida se produjo en momentos en que el ministro de Defensa de Ucrania renunció después de las duras críticas que recibió por la frecuentemente titubeante reacción de las autoridades a la anexión de Crimea por parte de Rusia, formalizada después de un referendo organizado a toda prisa este mes.
Y aunque a Ucrania le costó trabajo digerir la humillación que le propinó el Kremlin, también enfrenta la amenaza de los nacionalistas ucranianos enfurecidos por la muerte de un líder radical a manos de la policía. A las tropas se les ofreció una elección radical: permanecer en Crimea e integrarse a las fuerzas armadas de Rusia, o dejar la península para mantener sus empleos con las fuerzas de defensa ucranianas. “Los rusos amenazaron, intimidaron, se mostraron prepotentes e intentaron que nos pasáramos al bando ruso. Ha sido muy difícil resistir esta presión tan grande, pero he hecho una elección con la que puedo vivir”, dijo el teniente Anatoly Mozgovoy a The Associated Press después de llegar a la ciudad ucraniana de Genichesk.
“En Ucrania fuimos recibidos como héroes. Pude respirar libremente por primera vez en meses”, dijo Mozgovoy, de 30 años. Indicó que por lo pronto dejó en Crimea a su esposa y a su hija de siete meses, que se quedarán con su suegra hasta que él sepa adónde lo emplazarán permanentemente. Hasta ahora, 131 infantes de Marina ucranianos han partido de Crimea, informó el Ministerio de Defensa. Por el momento se encuentran en un cuartel militar en Genichesk, pero se desconoce cuál será su destino final.
En una cumbre sobre seguridad nuclear en La Haya, Holanda, el presidente estadounidense Barack Obama dijo que las tropas rusas no serán desalojadas por la fuerza de Crimea. Hizo notar que uno de los logros de su primera cumbre atómica en 2010 “fue la decisión de Ucrania de retirar todo su uranio altamente enriquecido de los sitios donde tenía combustible nuclear”. “Si eso no hubiera ocurrido, esos peligrosos materiales nucleares aún estarían allí ahora. Y la difícil situación que enfrentamos actualmente en Ucrania involucraría un nivel adicional del cual preocuparse”, afirmó Obama.
En un discurso ante el Parlamento en la capital Kiev, el ministro de Defensa Igor Teniuj negó que no hubiera emitido órdenes claras a sus tropas, pero se reservó el derecho a renunciar. La orden para retirarse de Crimea fue emitida el lunes, una semana después de que fuerzas pro rusas ya habían allanado y tomado muchas bases. En un principio los legisladores se negaron a aceptar la renuncia de Teniuj, pero posteriormente sí lo hicieron y lo reemplazaron con el coronel general Mijailo Koval.
Unos 4.300 militares ucranianos y 2.200 de sus parientes han solicitado salir de Crimea, señaló Teniuj el martes. Eso significa que aproximadamente dos terceras partes de los 18.800 elementos de las fuerzas armadas y sus parientes que según él estaban emplazados en la península del Mar Negro decidieron correr el riesgo de quedarse en Crimea. Teniuj dijo que se está preparando el hospedaje para los soldados que llegan en casas de huéspedes y otras instalaciones en Kiev.
Aleksánder Rozmaznin, subjefe de operaciones de las fuerzas armadas de Ucrania, dijo que las tropas de la Armada estaban siendo reubicadas en ciudades portuarias del territorio sureño ucraniano: Odessa, Mykolaiv y Jerson. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa informó que 11 de sus efectivos han sido secuestrados por tropas rusas y siguen desaparecidos, incluido el coronel Yuliy Mamchur, un comandante elogiado ampliamente en Ucrania por desafiar a las fuerzas pro rusas que asediaban Crimea hasta que su base fue allanada durante el fin de semana.
El nuevo gobierno de Ucrania pasa apuros para consolidar su control del país en medio de señales de descontento del Sector de Derecha, un movimiento nacionalista radical que desempeñó un papel crucial en las manifestaciones antigubernamentales que obligaron al presidente Víktor Yanukóvich a huir hacia Rusia en febrero. Un radical, Aleksánder Muzychko, fue muerto a balazos durante la noche mientras la policía lo arrestaba, informó el martes el Ministerio del Interior.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han aplicado sanciones contra Rusia por anexarse Crimea, y Noruega, integrante de la OTAN, suspendió el martes sus actividades conjuntas con las fuerzas armadas rusas. Pero hasta ahora Moscú se ha mostrado indiferente ante las sanciones, las cuales incluyen su expulsión del Grupo de los Ocho, que reúne a las naciones más industrializadas. Los otros países del G-8 se reunirán en Bruselas en junio, sin Rusia, indicaron las autoridades.
Leonard y Yuras Karmanau reportaron desde Kiev. Nataliya Vasilyeva en Moscú y Karl Ritter en Estocolmo contribuyeron a este despacho.
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