SANTIAGO. La Iglesia católica cuestionó el destino final que las autoridades dan a los fondos recaudados por concepto de los impuestos que paga la ciudadanía, a la que estima le matan la ilusión de honrar ese compromiso.
El criterio está contenido en el editorial de este domingo del semanario Camino, órgano escrito del arzobispado local, en el que analiza la disposición de los dominicanos de cumplir con esa responsabilidad “venciendo todos los obstáculos burocráticos para cumplir religiosamente con las obligaciones impositivas”.
El editorial, titulado “Es hora de transparencia”, precisa que los dominicanos se indignan cuando ven que ese dinero “se tira por la ventana como hojas secas de un árbol”.
“Se genera entonces una desmotivación colectiva cuando se hace fiesta con los fondos que pertenecen a todos, creando en un grupo un estilo de vida del primer mundo, mientras a amplios sectores de la población les falta hasta lo más elemental para vivir con dignidad”, indica.
Camino entiende que a los contribuyentes les duele en el alma ver cómo el destino final de las cargas impositivas alimenta el clientelismo y favoritismo partidario.
Indica que no hay manera de explicar seriamente la abultada nómina del servicio diplomático que existe aquí y que ni siquiera países ricos están soportando.
Como ejemplo de esto cita la presencia de 95 vicecónsules en Estados Unidos, sólo en Nueva York hay 36 y 102 auxiliares, mientras que en Miami hay 21 vicecónsules y 32 auxiliares y en España, 34 y 49 auxiliares.
Tras resaltar que el salario de un vicecónsul es de 1,750 dólares mensuales, más los viáticos, Camino indica que hay que agregar la cantidad de embajadores alternos, ministros consejeros y otros con sueldos mayores.
Considera el vocero escrito del Arzobispado de Santiago que con eso se desangra el Presupuesto Nacional.
“Detengamos este derroche de dinero que debería ser utilizado para equipar nuestros hospitales y arreglar caminos vecinales de muchas comunidades campesinas que hoy dan la impresión de estar estancadas en el tiempo”, plantea Camino.
Dijo esperar que el Gobierno ponga fin “a esta locura y que no se postergue más la eliminación de estos privilegios aberrantes” porque, a su entender, “la austeridad ante la crisis es para todos”.
Confía en que el conocimiento de ese despilfarro, con olor a escándalo, lleve al Gobierno a buscar soluciones inmediatas. “Albergamos la esperanza de que esta revelación no se quede en una denuncia más de las tantas que escuchamos a cada momento, y que nos están marchitando la capacidad de asombro, por lo que nos unimos al reclamo de tantos dominicanos que exigen el respeto permanente del manejo de los fondos públicos”.
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