WASHINGTON, 29 Mar 2014 (AFP) – El número de ataques cardíacos aumentó 25% en Estados Unidos el lunes siguiente al cambio al horario de verano en comparación con otros lunes del año, según un estudio publicado el sábado.
Este fenómeno persiste incluso después de tomar en cuenta los factores estacionales, precisan los investigadores que presentaron el trabajo, publicado en línea en la revista Open Heart, del American College of Cardiology, en Washington.
El martes siguiente al cambio al horario de invierno, después de haber ganado una hora de sueño en la noche del sábado al domingo anterior, en cambio, el número de ataques cardíacos cayeron 21%, precisa también el estudio.
“El hecho interesante es que el número total de ataques cardíacos no varía en la semana después de cambiar al horario de verano”, señala Amneet Sandhu, cardiólogo de la Universidad de Colorado en Denver y autor principal del estudio.
“Pero estos incidentes fueron mucho más frecuentes el lunes después del fin de semana del cambio de hora, para luego disminuir en el transcurso de los días siguientes”, añade.
Esto podría significar que las personas con tendencia a padecer enfermedades cardíacas tienen un mayor riesgo después de un cambio brusco de horario, reconoce el cardiólogo, que señala que históricamente los ataques cardíacos se producen las mañanas del lunes.
El investigador explica que observó los otros días lunes para ver si durante el lunes siguiente al cambio de hora en primavera hubo otros factores o eventos relevantes que pudieran explicar este fenómeno.
El análisis de los datos de admisión en las urgencias de los hospitales no federales en Michigan (norte de Estados Unidos) ese lunes muestra un aumento de 34% de los ataques cardíacos durante cuatro años consecutivos entre la semana anterior al cambio para el horario de verano y el lunes siguiente (93 ataques al corazón contra 125).
Estos investigadores no pueden realmente explicar este incremento, pero adelantan una hipótesis: “Podría tratarse de una combinación de factores, entre ellos el estrés provocado por el hecho de comenzar una nueva semana de trabajo junto con los cambios en el ciclo de sueño”, sugiere Sandhu.
Cualquiera sea la razón, esta observación podría indicar la necesidad de movilizar más personal hospitalario ese lunes. “Si podemos determinar los días en que se producen episodios de ataques al corazón, se podría proporcionar una mejor atención a los enfermos”, señala.
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