MEXICO, 31 Mar 2014 AFP. – Helena Paz Garro, hija del Premio Nobel de Literatura Octavio Paz y de la escritora Elena Garro, falleció este domingo a los 74 años en Cuernavaca, centro de México, un día antes de que se celebrara el primer centenario del nacimiento de su famoso padre. “Lamento el fallecimiento de Helena Paz Garro”, escribió el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en su cuenta Twitter. Por su parte, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar, expresó su “pésame” a los familiares. Helena Paz, quien murió de causas naturales según allegados, descansará junto a los restos de su madre, quien fue una destacada narradora, poeta, periodista y dramaturga, autora de “Recuerdos del porvenir” (1963). Capricho del destino, México culminará este lunes un vasto programa de homenajes para celebrar el primer centenario del nacimiento de su escritor Octavio Paz, autor de “El laberinto de la soledad” (1950) y ganador de los premios Cervantes (1981) y Nobel de Literatura (1990).
La noche del domingo, al inicio del recital “Poetas del mundo y Octavio Paz” que se celebró en el Palacio de Bellas Artes en honor al autor, se guardó un minuto de silencio por la muerte de su única hija.
La mexicana Elena Garro estuvo casada de 1937 a 1959 con Octavio Paz. De la relación de estos dos grandes literarios (ambos fallecidos en 1998) nació Helena Paz en 1939. Aunque menos prolífica que sus padres, Helena Paz también se desarrolló en el mundo de la literatura, especialmente en la poesía. Es autora de “La rueda de la fortuna” (2007), cuyo prólogo es de la pluma del pensador alemán Ernst Jünger, y de “Memorias” (2003). Su vida estuvo marcada por las controvertidas posiciones políticas de su padre, con quien no siempre guardó buena relación. En 1968, en pleno apogeo de la represión estudiantil en México, Octavio Paz renunció al cargo que ocupaba entonces como embajador de México en la India, como símbolo de protesta contra el gobierno.
A partir de ese momento, Elena Garro y Helena Paz fueron acusadas de apoyar el movimiento estudiantil, por lo que tuvieron que exiliarse durante años en Europa. Helena Paz llegó a acusar a su padre de abandono, pero en una entrevista publicada hace apenas dos días en una revista mexicana aseguró que al final se reconciliaron “De niña me cargaba en sus piernas, en su espalda, y jugábamos… Lo quise mucho. He aprendido a perdonarlo (…) Al final quedamos bien. Tranquilos”, dijo. Helena Paz pasó sus últimos días en una casa de retiro de Cuernavaca, y aseguraba que el fideicomiso que recibía tras la muerte de su padre era insuficiente para cubrir sus gastos. AFP
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