SANTIAGO.-La falta de inversión gubernamental en el municipio y la provincia de Santiago podría profundizar el estancamiento del desarrollo de la segunda ciudad en importancia del país, en vista de la urgencia de grandes proyectos que fortalezcan el comercio, la industria y la agropecuaria local.
El progreso de la infraestructura de mayor costo, es sobre la cual se posa el sector privado para impulsar sus inversiones y generar empleos y riquezas.
Pero si el Gobierno no garantiza esa iniciativa, se tronchan las posibilidades de desarrollar inversiones privadas que no avanzan sin el respaldo del Estado.
Por ejemplo, las construcciones y reconstrucciones de carreteras que comuniquen a Santiago con las provincias del Cibao es vital, porque se estaría aprovechando potenciales consumidores y además generaría empleo.
Igualmente, se piensa en el desarrollo del turismo, porque si las vías de acceso no están en condiciones adecuadas los visitantes no se arriesgan a tomar esas carreteras.
La provincia de Santiago tiene años a la espera de la construcción de la carretera turística o Luperón, Navarrete Puerto Plata, carretera Santiago-Moca y la carretera Cibao Sur, descartada por el presidente Danilo Medina por el alto costo.
Pero también, el municipio de Santiago reclama una serie de obras, como reparar avenidas y conectar otras, mediante un sistema de elevados y pasos a desnivel.
Este proyecto es un plan muy viejo del Estado dominicano y las autoridades locales, a fin de mantener el dinamismo de esta comarca, que se ve como en retroceso por falta de obras de desarrollo.
Los planes para la instalación del sistema 911, igualmente se esperan para alcanzar una respuesta efectiva a demanda de servicios de emergencia que carece la ciudad.
Las construcciones de los acueductos, mercados, cementerios y hospitales adecuados podrían convertir a este municipio y la provincia en más competitiva.
Pero si se mantiene el estado de abandono y anomia, es probable que no avance el proyecto de que Santiago sea Santiago, la provincia más provincia del país, como la definió el prócer Eugenio María de Hostos.
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