Mientras algunos economistas dudan que las medidas económicas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro solucionen los problemas de fondo que atraviesa el país, los sectores productivo y laboral prefieren dar un voto de confianza y sostienen que las decisiones tendrán sus frutos.
El segundo enunciado lo suscribe Rodolfo Cibanik, presidente de Fedeindustria Carabobo, quien de entrada celebra el incremento de 15 % en el salario mínimo, el cual se ubicará en Bs 5.622 a partir del 1° de febrero.
“Es importante porque estimula al trabajador, que es factor primordial en cualquier etapa de la producción”, acotó. Sobre la política cambiaria, dijo que hay que esperar la definición que harán los ministros del área económica.
Mano de obra. El presidente de la Federación Bolivariana de Trabajadores de Carabobo, Julio Polanco, manifestó su apoyo al alza del salario y aseguró que esta medida contribuirá a la paz y la productividad en la entidad.
Retroalimentación. El representante de Fedeindustria, que agrupa a a 150 empresas de la región, aprovechó para celebrar la designación de Miguel Pérez Abad como miembro de la comisión productiva, pues a su juicio hará que la comunicación con el Gobierno sea más fluida.
Contraer la liquidez
Carlos Náñez, economista y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Carabobo, resaltó que las medidas apuntan a la inversión social. Sin embargo, esgrime que el incremento salarial será destruido por la inflación, que cerró el año pasado en 70%. “Al aplicar el índice inflacionario, el salario se deflacta, es decir, pierde su valor real, y pasa de Bs 5.622 a Bs 3.222".
Los incrementos sin otras medidas monetarias requeridas conducen a una inflación indetenible”. Recomienda aumentar la tasa de interés de redescuento para contraer la liquidez “que es el problema neurálgico de la economía. El anuncio constituye una distorsión perversa del modelo de tipo de cambio que aumenta su discrecionalidad”, acotó.
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