Es verdad que los llamados concursos de belleza no aportan nada a la cultura universal y que en ocasiones son mero recurso degradador de la mujer como persona humana al presentarla como un objeto estimulador de pasiones y deseos sexuales y no propiamente como eje y centro de la vida humana, asiento de los valores más nobles que pueden estimularse desde el hogar; pero si bien todo ello es cierto, no es menos verdad que constituyen desde hace tiempo un espectáculo que atrae a gran público, unos inclinados por el morbo y otros deseosos de encontrar explicación e impulso a su libido.
Mucha mayor verdad es que una mujer devota de la Virgen María y deseosa de mostrarse inclinada por una advocación mariana cual es, en el caso de los dominicanos, la Alta Gracia, no deja de ser religiosa por el hecho de participar en uno de tales concursos y que no debe ser censurada porque desee expresar su veneración a María en medio de una de las celebraciones de tales concursos.
Salvo por supuesto, que mostrarse religiosa sea mero exhibicionismo, doblez e hipocresía.
Acercamiento Cubano-Norteamericano
En la primera ronda de negociaciones para generar el acercamiento entre los gobiernos de la hermana república de Cuba y los Estados Unidos, se notó, más que nada, la distensión a diferencia del largo medio siglo de separación y de tensiones vividos por ambas partes, que en ocasiones llegaron a acercarse conforme se ha sabido ahora, pero que nunca alcanzaron las posibilidades de regularización de relaciones diplomáticas y de intercambio presentadas ahora.
El aislamiento de Cuba tal vez fue para la política norteamericana una necesidad impuesta por la guerra fría a principios del decenio de 1960, pero el mantenimiento de esa política era, a estas alturas, una verdadera aberración en la época en que el globo terráqueo se ha vuelto un puño, cruzado por mensajes electrónicos en segundos y por equipos de aeronavegación en menos de un día.
Los presagios de quienes se juzgan expertos en asuntos diplomáticos auguran unas negociaciones largas, pero es indudable que definitivamente, un presidente Barack Obama decadente y en la etapa final de su último mandato encontró en el restablecimiento de estas relaciones con Cuba, como en sus más recientes anuncios de búsqueda de políticas de igualdad social y económica, el instrumento para resituar a su partido, el de los demócratas, en el nivel de aceptación popular que había perdido, justo debido a su inacción en cuestiones vitales para millones de indocumentados, como la cuestión migratoria, impuesta por mandato de una “orden ejecutiva”, antes de lanzarse al rompimiento del bloqueo a Cuba.
Nuevo sesgo ante los secuestros en Haití
Goza de libertad el joven Mijail Starlin Núñez Álvarez, quien junto a otras personas, incluyendo su padre, fueron secuestrados y retenidos en Terraux, una población cerca de Cabo Haitiano en horas recientes y mientras al papá del joven, Desgracia Siso Núñez y a dos acompañantes se les puso en libertad, al joven se le mantuvo como raptado en tanto se requirió un rescate para liberarlo.
Hasta este evento, poca o ninguna atención se prestaba desde el vecino
Estado a los que ya son raptos frecuentes de comerciantes y transportistas dominicanos; pero como se afirma esta verdad también se impone reconocer que resulta alentador conocer la disposición de las autoridades del vecino país de investigar el criminal hecho del que se desconoce si Núñez Álvarez logró su liberación porque su padre pagó la suma exigida como rescate o porque los captores se arrepintieron de la comisión del secuestro.
Sin presionar ni interferir por supuesto, conviene que las autoridades dominicanas se mantengan atentas a esta nueva actitud, positiva, sin duda, de mantenerse, de las autoridades haitianas ante los ataques y encierros de ciudadanos dominicanos.
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