martes, 25 de marzo de 2014

Ocho practicas infalibles para activar las buenas relaciones (final).

“En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.”
Karl Wilhelm VonHumboldt
El bienestar es un hilo conductor que mantiene en balance y conexión el cuerpo, la mente, y las emociones, en los movimientos de cambios naturales de la vida. Es una medida de satisfacción que acompaña a la persona, sin importar sus circunstancias.Las personas que tienen buenas relaciones son carismáticas, porque siempre encuentra algo en común con las demás personas.
Existe una relación recíproca entre relaciones y bienestar, ya que el bienestar es un indicador de nuestro propio amor. Quien se ama a sí mismo, tiene relaciones saludables con los demás.
Estas son las 4 prácticas que completan las 8 para garantizarnos buenas relaciones:
5-HAZ POR LOS DEMÁS LO QUE ELLOS NO PUEDEN HACER POR SÍ MISMOS.
Sin importar qué tanto o qué tan poco tengas, tienes la capacidad para hacer por los demás lo que ellos no pueden hacer por sí mismos. La forma exacta de hacerlo dependerá de tus dones personales, tus recursos y tu historia. Por ejemplo:
a. Preséntales a otras personas que no podrían conocer por sus propios medios. Una de las personas que más han impactado mi vida es el escritor Jhon Maxwell. Tuve la oportunidad de conocerlo por vía del pastor de mi iglesia. Ese encuentro marcó un giro decisivo en mi vida.
b. Llévalos a lugares donde ellos no podrían ir por sí mismos. Poco tiempo después del divorcio, una persona me invitó a vacacionar junto a mis tres hijos. Además del dolor emocional, tenía problemas económicos. Ese tiempo fue de una extraordinaria sanación para mi familia, los niños tenían 2, 4 y 6 años, ¡y recuerdan cada cosa que hicimos!
c. Ofrece a los demás oportunidades que ellos no pueden alcanzar por sí mismos.Cuando llegó al país la formación en constelaciones familiares, mis ingresos habían disminuido un 70%. Hacia un mes que el banco que sostenía a la emisora y el canal de televisión donde laboraba, había sido intervenido por el estado. Entonces, ocurrió el milagro; ¡me becaron!
d. Comparte ideas con aquellos que no poseen las suyas propias.Siento mucha alegría por el trabajo que hago. Me permite acompañar a decenas de personas, y compartir mis experiencias. De este modo, agradezco la orientación, ayuda y guía que yo misma he recibido de otros. Johann J. Engel dice que las ideas se encienden unas con otras como las chispas eléctricas.
6-VALORA A LOS DEMÁS: NO LOS HAGAS SENTIR MENOS.
La persona que está alineada con la vida se transforma en una persona de valor. Sidney J. Harris dice: “La gente quiere sentirse apreciada, no impresionada”. Invierte en ti para ser más valioso, recuerda que no podemos dar lo que no tenemos. Valórate primero y se te hará fácil valorar mejor a los demás. Adquiere conocimientos, aprende una habilidad, adquiere experiencia, entrena un talento natural, participa en conferencias, talleres y formaciones. No sólo estarás mejorando, sino que estarás aumentando tu capacidad para ayudar a los demás, y la calidad del servicio que das.
7-ESCUCHA A TU CORAZÓN.
Woodrow Wilson decía “El oído del amante tiene que vibrar con las voces de lo amado”. Enfócate en las personas, no solo en las ideas que expresan. Destapa tus oídos: aléjate de las barreras potenciales de distracción, de la actitud defensiva, la mente cerrada, la proyección, las suposiciones, la crítica y el orgullo, y disponte a oír con el corazón.
La causa fundamental de casi todos los problemas de comunicación es que la gente casi nunca escucha para entender, sino que escucha para responder. Olvídate de querer dar tu opinión, y utiliza tu energía para comprender la posición de la otra persona. Pregúntate cómo puedes comprender mejor lo que esta persona está sintiendo y diciendo.
8-ENCUENTRA LA LLAVE QUE ABRE LOS CORAZONES DE LOS DEMÁS.
Peter Drucker expresó: “Tratar a las personas es como dirigir una orquesta. Hay muchos músicos e instrumentos diferentes que el director debe conocer a fondo”. Acepta el hecho de que la gente es diferente: no caigas en la trampa de creer que todos deben ser como tú.
Encontramos las llaves a los corazones de los demás haciendo preguntas: averigua cuáles son sus sueños, qué los hace llorar, qué los hace cantar, cuáles son sus valores, cuáles son sus áreas fuertes, cuál es su temperamento, quiénes son las personas que les importan, qué le preocupa o qué agradece al finalizar el día.
Mantén una conversación continua con los demás, comunícate a nivel emocional para percibir los indicadores de cambio en la vida del otro: etapas de sufrimiento, aprendizaje y capacitación. Asiente al cambio que se da en el otro, y a tu propio cambio.

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