domingo, 16 de marzo de 2014

Circunvalación de Santiago: ¿Confusa o capciosa?



La semana pasada escribimos sobre el beneficio que aportan las diferentes circunvalaciones que el Estado Dominicano ha construido en alguna parte del territorio nacional. Habíamos, elogiado la circunstancia que después de 19 años de iniciada, por fin esta obra había sido aunque apresurada, casi terminada, ya que faltaron detalles importantes que posteriormente, tanto los usuarios como los residentes a lo largo de la misma, se han dado a la tarea de señalar.
Nosotros, que todavía no habíamos tenido la ocasión de hacer uso de esta vía rápida, lo hicimos con la mala fortuna de que enfrentamos un incidente, que gracias a un buen samaritano, no tuvo consecuencias mayores, ya que arbitrariamente y manu militari nos querían hacer devolvernos porque en la caseta de cobro hay un pequeño aviso que reza: “No se aceptan billetes de RD$2,000.00.
Resulta, que en una parada previa le habíamos hecho donación a una persona que nos ayudó a subir unos bultos a nuestra camioneta, las dos únicas papeletas de RD$100.00 que portábamos, quedándonos con solo una de RD$2,000.00. Cuando fuimos a pagar con la misma, para nuestra sorpresa no la aceptaron ya que tenían el pequeño letrero de que ese tipo de billete no es aceptado. Le expresamos que según el Banco Central ese billete tiene fuerza liberatoria para cualquier pago u obligación y que siendo moneda de curso legal, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no podía ni puede arrogarse la facultad de decidir su validez. Además, le indicamos desde el punto de vista jurídico que “nadie puede prevalerse de su propio error”, ya que a la entrada de la vía no había un aviso que especificara la no recepción de billetes de esa denominación.
Ante nuestra insistencia de la validez de la moneda presentada, los empleados de la casilla de cobro llamaron a los militares de posta para que nos obligasen a retornar de nuevo hacia donde habíamos entrado; es decir, la avenida Hispanoamericana a 22 kms. de distancia, algo absurdo, ya que en nada el fisco se iba a resarcir y además querían prevalecerse de una grave omisión al no tener un cartel que indicara a la entrada de la circunvalación, la no admisión de billetes de RD$2,000.00. Nosotros nos negamos a retornar y los militares sin escuchar nuestros argumentos, pensaban obligarnos a devolvernos. El señor que en su vehículo estaba detrás de nosotros, en un acto que enaltece a un buen ciudadano y para evitar males peores, nos pagó los RD$150.00, lo cual agradecimos, después de enrostrarles la ineptitud y el pretendido abuso de poder de parte de los empleados del MOPC.
Cuáles fueron nuestras conclusiones. En primer lugar, a la entrada, en lugar de poner Circunvalación hacia Puerto Plata con peaje, sólo ponen hacia Navarrete, Puerto Plata, con lo cual, ciudadanos que no saben que hay que pagar, se llevan la sorpresa en la casilla al salir, lo cual puede calificarse dentro de las prácticas engañosas penadas por la ley. Esto ocurre también, desde el Norte y ponen únicamente La Vega, Santo Domingo, pero en ningún aviso establecen que hay un peaje obligatorio. Al parecer, los técnicos de la MOPC creen que todos los usuarios y los extranjeros, leen los diarios dominicanos. También comprobamos lo señalado por la prensa, muy pocos vehículos, por su elevado costo, hacen uso de ella. Si en la “autopista” del Nordeste un antipatriótico se inventó el “peaje sombra” para cobrar los vehículos que por su carestía no utilizaban la vía, aquí que el Ministro estimó que pasarían unos 10,000 vehículos diarios y no llegan a 1,000, debe irse inventado un “peaje sombrilla” a ver si cuadra.
Como colofón podemos agregar, que no se pueden inaugurar las obras públicas por capricho sin tener todas las facilidades habilitadas. En nuestro caso, teníamos paso libre y la casilla todavía no tiene ese sistema. Quisimos pagar con una tarjeta de crédito como se estila en los países civilizados, pero tampoco tenían el “Verifone”. Y después de todos esos fallos, se echó el bombo el Ministro de haberle dicho al señor Presidente: Deber cumplido al tiempo prometido. Amigo lector, saque usted sus conclusiones.
Ahora el Ministro acaba de anunciar el aumento de los peajes en las carreteras viejas, en ambos sentidos (entrada y salida), veremos las reacciones. A lo mejor pasa como dice aquel merengue: si siguen apretando la tuerca, se puede romper la rosca.
La semana pasada escribimos sobre el beneficio que aportan las diferentes circunvalaciones que el Estado Dominicano ha construido en alguna parte del territorio nacional. Habíamos, elogiado la circunstancia que después de 19 años de iniciada, por fin esta obra había sido aunque apresurada, casi terminada, ya que faltaron detalles importantes que posteriormente, tanto los usuarios como los residentes a lo largo de la misma, se han dado a la tarea de señalar.
Nosotros, que todavía no habíamos tenido la ocasión de hacer uso de esta vía rápida, lo hicimos con la mala fortuna de que enfrentamos un incidente, que gracias a un buen samaritano, no tuvo consecuencias mayores, ya que arbitrariamente y manu militari nos querían hacer devolvernos porque en la caseta de cobro hay un pequeño aviso que reza: “No se aceptan billetes de RD$2,000.00.
Resulta, que en una parada previa le habíamos hecho donación a una persona que nos ayudó a subir unos bultos a nuestra camioneta, las dos únicas papeletas de RD$100.00 que portábamos, quedándonos con solo una de RD$2,000.00. Cuando fuimos a pagar con la misma, para nuestra sorpresa no la aceptaron ya que tenían el pequeño letrero de que ese tipo de billete no es aceptado. Le expresamos que según el Banco Central ese billete tiene fuerza liberatoria para cualquier pago u obligación y que siendo moneda de curso legal, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no podía ni puede arrogarse la facultad de decidir su validez. Además, le indicamos desde el punto de vista jurídico que “nadie puede prevalerse de su propio error”, ya que a la entrada de la vía no había un aviso que especificara la no recepción de billetes de esa denominación.
Ante nuestra insistencia de la validez de la moneda presentada, los empleados de la casilla de cobro llamaron a los militares de posta para que nos obligasen a retornar de nuevo hacia donde habíamos entrado; es decir, la avenida Hispanoamericana a 22 kms. de distancia, algo absurdo, ya que en nada el fisco se iba a resarcir y además querían prevalecerse de una grave omisión al no tener un cartel que indicara a la entrada de la circunvalación, la no admisión de billetes de RD$2,000.00. Nosotros nos negamos a retornar y los militares sin escuchar nuestros argumentos, pensaban obligarnos a devolvernos. El señor que en su vehículo estaba detrás de nosotros, en un acto que enaltece a un buen ciudadano y para evitar males peores, nos pagó los RD$150.00, lo cual agradecimos, después de enrostrarles la ineptitud y el pretendido abuso de poder de parte de los empleados del MOPC.
Cuáles fueron nuestras conclusiones. En primer lugar, a la entrada, en lugar de poner Circunvalación hacia Puerto Plata con peaje, sólo ponen hacia Navarrete, Puerto Plata, con lo cual, ciudadanos que no saben que hay que pagar, se llevan la sorpresa en la casilla al salir, lo cual puede calificarse dentro de las prácticas engañosas penadas por la ley. Esto ocurre también, desde el Norte y ponen únicamente La Vega, Santo Domingo, pero en ningún aviso establecen que hay un peaje obligatorio. Al parecer, los técnicos de la MOPC creen que todos los usuarios y los extranjeros, leen los diarios dominicanos. También comprobamos lo señalado por la prensa, muy pocos vehículos, por su elevado costo, hacen uso de ella. Si en la “autopista” del Nordeste un antipatriótico se inventó el “peaje sombra” para cobrar los vehículos que por su carestía no utilizaban la vía, aquí que el Ministro estimó que pasarían unos 10,000 vehículos diarios y no llegan a 1,000, debe irse inventado un “peaje sombrilla” a ver si cuadra.
Como colofón podemos agregar, que no se pueden inaugurar las obras públicas por capricho sin tener todas las facilidades habilitadas. En nuestro caso, teníamos paso libre y la casilla todavía no tiene ese sistema. Quisimos pagar con una tarjeta de crédito como se estila en los países civilizados, pero tampoco tenían el “Verifone”. Y después de todos esos fallos, se echó el bombo el Ministro de haberle dicho al señor Presidente: Deber cumplido al tiempo prometido. Amigo lector, saque usted sus conclusiones.
Ahora el Ministro acaba de anunciar el aumento de los peajes en las carreteras viejas, en ambos sentidos (entrada y salida), veremos las reacciones. A lo mejor pasa como dice aquel merengue: si siguen apretando la tuerca, se puede romper la rosca.

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