Quizás el mito más antiguo de nuestra sociedad, es el que afirma que la homosexualidad es una enfermedad mental o sexual. Desde los cimientos de nuestra cultura, la homosexualidad fue considerada como una aberración, contrario a lo que se consideraba en otras civilizaciones. Por ejemplo, en Roma Antigua y en cultura griega, la homosexualidad era una práctica común y no era mal vista. Así personajes de la talla de Aristóteles, Sócrates, Platón y el gran Alejandro Magno, por citar solo algunos, mantenían prácticas homosexuales.
Fue en 1972 que la ciencia se dio cuenta que la homosexualidad no es una enfermedad. Por el contrario, es una orientación sexual que se define en etapas muy temprana de la vida. Así, las personas homosexuales son mental y físicamente iguales que el resto de la población. Por eso, en la actualidad, en muchos países se permiten los matrimonios entre homosexuales y pueden además tener hijos y criarlos.
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