Esos cambios, esos olores no deben interferir en las relaciones sexuales. Es ineludible que somos responsables de nuestra higiene, es incómodo estar con una pareja que huela mal. De ahí la necesidad de que cada quien se ocupe de higienizarse. Si un olor se sale del contexto las razones son varias, así que acudan al especialista correspondiente en busca de solución. Por último, al compartir su cuerpo en un acto tan bello como hacer el amor, donde se involucran todos los sentidos, gemidos, susurros, alma y corazón concéntrese y viva el momento.
viernes, 20 de junio de 2014
Tabú sobre los genitales.Raquel Demorizi.
.Por enseñanza o tabú, al hablar de genitales no acostumbramos a referirnos a ellos con su nombre científico. Tendemos a darles un sinnúmero de calificativos vulgares que no hacen justicia a su importancia. Hay quienes los consideran feos y hasta poco higiénicos, pero no son ni una cosa ni la otra. Estos tienen sus peculiaridades innatas, lo demás es asunto de percepción, información y educación. No obstante, es necesario explorar nuestro cuerpo para descubrir sus áreas sensibles vinculadas al placer, y ahí el morbo no debe tener cabida. Tanto en el hombre como en la mujer, por naturaleza, hay momentos en que los olores definen determinadas etapas, sobre todo en la mujer cuando atraviesa por su período menstrual o de ovulación.
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