viernes, 20 de junio de 2014

Eficacia en la oración.



La palabra eficacia está asociada a conseguir el objetivo trazado. La pregunta pertinente es: ¿Soy efectivo al orar? ¿Cómo orar para que Dios conteste mis oraciones? Esas son preguntas que han cruzado por la mente de todo creyente. Todo creyente anhela recibir respuesta de Dios a sus oraciones. De lo contrario, la oración se puede volver una carga pesada, un “ritual espiritual”, un acto religioso.

Hay varias condiciones que la propia palabra de Dios expone como requisito para que nuestras oraciones (plegarias, peticiones, clamores) sean respondidas, las cuales han sido expuestas en esta serie de la oración eficaz:
  •  Pedir con fe 
La Biblia declara que “… sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”(Hebreos 11:6). Esa es una declaración enfática que no admite excepciones. Todos los tratos y relación que tiene Dios con el hombre ocurren a través de la fe. Lo que une a un creyente con Dios es la fe, sin ella nada ocurre. La oración no es una excepción a esta regla, tal como lo expresó el propio Señor Jesucristo: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22). Marcos 11:23-24 también enfatiza esta verdad:”En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: Quítate y arrójate al mar, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas” (Marcos 11:23-24 -LBLA). 
  • Orar conforme a la voluntad de Dios 
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15).

La oración que Dios contesta es aquella que está conforme a su voluntad. Para ello necesitamos conocer y escudriñar Su palabra. Dios ha revelado su voluntad en su palabra. La Biblia nos dice cuál es la voluntad de Dios. 
  • Permanecer en Cristo y en Su palabra 
“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7). La garantía de que nuestras oraciones sean contestadas es que permanezcamos en Cristo, y Su palabra permanezca en nosotros. Eso nos habla de comunión y obediencia a Cristo. Cuando andamos en obediencia nuestras oraciones mueven a Dios a responder positivamente. 
  • Tener la motivación adecuada 
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4.3). Sabemos que Dios quiere darnos lo bueno y lo mejor; pero muchas veces pedimos en forma egoísta. El deseo de Dios es que aquello que pedimos tenga por finalidad que Él sea glorificado.

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