viernes, 20 de junio de 2014

El molondrón: nutritivo, ligero y muy refrescante.



Molondrón, quimbombó, quingombó, gombo, okra, ngombo o dedo de dama, de cualquier manera que se le diga, esta hortaliza, originaria de África, de características básicamente nutritiva, ligera y refrescante, la colocan en una excelente posición y opción para el consumo en  la  dieta alimentaria.
Sin embargo, no a muchas personas les agrada  comer molondrón, debido a que al cocerse asume una textura viscosa, que a muchos  le desagrada.
Pero, ¡ojo! esa consistencia viscosa o “babosa” que caracteriza al molondrón es sólo cuestión de pequeños trucos al cocinarlo, es decir, que  podría disfrutarse en ricas recetas frías o calientes, dependiendo del momento y preferencia.
El molondrón tiene múltiples beneficios que ofrecer a la dieta alimentaria, ya que es fuente  de  vitaminas A, C y del complejo B,  así como    hierro y calcio.
Según  Cocina Univisión.com el mucílago o viscosidad del molondrón  es una de sus principales propiedades, porque es  la que permite elaborar salsas y  guisos más espesos, pero lo más fundamental es que beneficia la digestión.
El molondrón  es  bajo en calorías, contiene  fibras, protege la mucosa digestiva y  beneficia las paredes intestinales; pertenece a la misma familia del algodón y el malvavisco (masmelo). 
Este vegetal, originario de África, y traído a América por los  esclavos, permite la elaboración de exquisitas recetas.
Aparece  en la dieta hindú, árabe, china y, por supuesto, la dominicana. Se pueden preparar con molondrón frescas ensaladas,  sopas, guisos, combinado con  carne, embutidos, con arroz, tipo locrio o simplemente hervidos con sal, limón y aceite de oliva.
Zoom
Para que no le queden viscosos (babosos)
El truco está en lavarlos antes de cortarlos y poner zumo de limón luego de cortados y  freílos bien.
Receta
Molondrones guisados
12 molondrones
2 tomates barceló
1 cebolla pequeña picada
1 cucharadita de salsa de tomate
4 dientes de ajo
2 ajíes gustosos
1 cucharada de zumo de limón
Preparación.  Lave los molondrones antes de cortarlos. Con un cuchillo, elimine la cabeza. Freírlos en abundante aceite, sin dejar quemar. Retirar del fuego y en  dos cucharadas del mismo aceite preparar un escabeche, añadir la cebolla, los ajíes y el ajo, todo bien picadito, agregar el tomate y mover hasta que se vuelva una pasta.  Añada la salsa de tomate y un poco de agua. Vierta los molondrones en el escabeche y deje cocer. Posteriormente   añada un poco de  agua si es necesario. Antes de retirar del fuego agregue  zumo de limón y la sal al gusto.
Las claves
1.  Selección del molondrón
Se deben elegir tiernos, pero firmes. Cuando son muy adultos son muy  fibrosos,  y  no es tan  agradable, es bueno consumirlo suave.
2.   Conservación
Se deben mantener   en una funda de papel en el lugar menos frío de la nevera. No debe pasar más de dos o tres días para consumirlo.
3.  Mucílago o viscosidad
El mucílago, viscosidad o baba  del molondrón puede  neutralizarse, sólo   añadiendo un poco de zumo de limón antes de lavarlos  y después de cortarlos.  Recuerde que si los corta antes de lavarlos de seguro se le convertirán en una masa viscosa.

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