SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, está decidido a cumplir la encomienda del presidente Danilo Medina, de sanear esa importante institución, luego del descrédito al que fue llevada en el pasado gobierno.
Y aunque ha dado pasos significativos para el rescate de la Cancillería, el arquitecto Navarro tiene que enfrentar la resistencia de los balagueristas enquistados en el ministerio, que por medio de amarres y cabildeos tratan de mantenerse como un poder decisivo como ocurrió durante diez años.
El hecho de que el Canciller “removiera” de manera administrativa a la Viceministra Sarah Güémez Naut, despojándola de sus influyentes funciones anteriores de manejo y control de todo los administrativo y financiero, y encomendándole la simple coordinación de la Oficina de Asesores, tiene una lectura doble para quienes han dado seguimiento a la situación interna del MIREX.
Unos lo interpretan como un paso a la eventual salida de la Cancillería de la que fuera una de las más influyentes funcionarias en los años de Carlos Morales Troncoso (recientemente fallecido) y su grupo reformista.
Otros, sin embargo, piensan que más de un castigo o paso previo a la defenestración de la Viceministra Güémez Naut, es una demostración fehaciente de que el grupo que hizo y deshizo durante diez años en el MIREX se resiste a salir, y al parecer el Canciller Navarro ha tenido que atender sugerencias políticas desde lo más alto del poder para evitar “disgustos con los aliados”.
De paso, además de quedarse en el MIREX, los reformistas que pudieron cometer hechos pasibles de ser llevados a la justicia, se han granjeado la impunidad, la misma que mantuvo por tanto tiempo el llamado ”Círculo de hierro” de la pasada gestión.
El caso de César Dargam
Otro reformista, el Viceministro Encargado de Negociaciones Comerciales, César Dargam Espaillat, no se ha quedado tranquilo al observar cómo sus correligionarios han ido perdiendo influencia y poder.
El hábil viceministro y activo dirigente del Partido Reformista, ha estado moviendo sus relaciones en el sector empresarial al unísono con sus vínculos políticos, en busca de padrinos que le allanen el camino ante el Canciller Navarro.
La Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales, que tiene a su cargo Dargam representa poder e influencia. Administra, además de una agenda vital para sectores importantes de la economía dominicana, unos 70 millones de pesos al año. Como en toda entidad del Estad dominicano, con el dinero se otorgan contratos, se hacen compras; en fin, se puede favorecer a personas y sectores.
Una fuente comentó a periodistas de Acento.com.do que, pese a los cabildeos y presiones del ala reformista que se resiste a dejar “su refugio” de diez años, la sustitución o cancelación de funcionarios y empleados de la vieja guardia continuará durante en el mes de noviembre, y que la meta es que en para enero del 2015 la Cancillería esté “completamente saneada”.
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