Escribir, para muchos consiste en una de las tareas más satisfactorias que existen. Sin embargo, pese a lo gratificante que puede resultar por momentos, en otros puede convertirse en una ardua y pesarosa labor.
Esto sucede cuando no nos organizamos adecuadamente; es decir, cuando no sabemos bien hacia dónde estamos yendo. Para que esto no nos ocurra lo primordial es que nos planteemos metas claras y que trabajemos por conseguirlas.
En un cuento se ponen a prueba nuestras condiciones para manipular el lenguaje; para ser capaces de expresar una idea clara con unas ciertas cualidades estilísticas o artísticas. En un cuento debemos expresar una idea y, a la vez, intentar apelar a las emociones de los lectores para cautivarlos y comunicarnos fluidamente con ellos.
Esto no es sencillo, dado que no disponemos de mucho tiempo y espacio para expresar ese bucle de ideas y emociones que queremos plasmar; y más difícil es aún, en ese escaso espacio, darle un lugar importante a los silencios y a las cosas no dichas. Ya sé reincido sobre el tema pero es que saber manejar los silencios considero que debería ser el primer objetivo de todo autor; puesto que es más difícil llegar a dominar este aspecto de la escritura que aprender a decir a través de las palabras.
Es obvio que para aprender a escribir es necesario escribir muchísimo, no hay otra. Sin embargo, tener en cuenta una serie de metas u objetivos al sentarnos frente a una hoja puede ayudarnos muchísimo a utilizar eficientemente nuestro tiempo y trabajar de forma acertada en una idea.
A continuación te planteo 7 cosas que pueden ayudarte a mejorar y a disfrutar mucho más de este precioso oficio.
- Leer mucho y variadoSi bien a escribir se aprende escribiendo, leer nos ayuda a empaparnos del lenguaje y es esencial para escribir correctamente. Si lo que deseamos es escribir buenos cuentos, entonces deberemos empaparnos de lecturas jugosas y variadas de este género.Recorriendo la narración de los autores clásicos más recomendados sin olvidarnos de nuestros contemporáneos, de quienes también tendremos cosas para aprender. Es ésta la mejor forma de comprender la forma en la que otros autores intentan encarar los diferentes objetivos de la narración.
- Buscar la inspiraciónSi bien muchos escritores aseguran que no utilizan la inspiración como punto de partida para poner en palabra sus pensamientos y deseos; sin embargo, para llegar este punto es importante valerse de una buena práctica, la cual viene a partir de la experimentación y el uso positivo de la inspiración hasta que la escritura surja natural y fluida.Tener en quién inspirarnos puede ser fundamental para comenzar a escribir; intentar valernos de los consejos de otros que ya estén encaminados y comenzar nuestro primer párrafo inspirándonos en algo que hayamos leído y que nos haya resultado llamativo o interesante.También esa inspiración puede surgir de alguna experiencia, objeto o persona que nos hayamos encontrado y que nos haya motivado a sentarnos frente a una hoja.
- Materializar la historiaAntes de plasmar lo que deseamos contar es interesante tener un punto de partida y un árbol de acontecimientos (planificar en qué ocurrirá a lo largo de la historia y en qué orden).Decidir por ejemplo quiénes serán los personajes principales, dónde se desarrollarán los hechos, qué conflicto será el que marcará el inicio del relato. Puede ser de mucha utilidad realizar un mapa con las escenas de la historia y la interacción de los personajes entre sí. Se trata de crear un boceto de la narración.
- Decidir el tipo de narrador que utilizaremosComo ya lo hemos dicho en otros artículos, escoger el narrador adecuado para la narración es fundamental. Esto puede determinar el éxito o no de la historia, por lo cual debemos fundamentar por qué escogemos tal o cuál y de qué forma se mostrará en la historia.El punto de vista puede cambiar rotundamente el sentido de la historia, tanto como el tono y puede ser más cercana o menos al lector. Es importante decidir detenidamente el ángulo de visión por el que optaremos y entender por qué nos conviene ése y no otro.En este aspecto es importante también mantener una cierta coherencia. Si hemos escogido un tipo de narrador es necesario que a lo largo de la historia se mantenga y, si cambia, que se entienda y que sea consecuente. No podemos generar incomodidad o incomprensión en el lector porque, posiblemente, no desee volver a leer nada que hayamos escrito.
- Pensar en la importancia de una buena introducciónJulio Cortázar solía decir que una de las cosas fundamentales al escribir un cuento es pensar detenidamente en la primera frase; de nuestra capacidad para lograr esto depende, en gran medida, el éxito de toda la historia.En el primer párrafo debemos presentar a nuestros personajes y plantear la escena de una forma clara. Tenemos que buscar captar toda la atención del lector, por tanto debemos buscar una introducción interesante y cautivadora para cautivarlos a quedarse leyendo hasta el final.De todas formas, no debemos decirlo todo, porque si resolvemos al principio del cuento ¿para qué seguimos escribiendo?
- Desarrollar con precisión el argumentoLa trama debe estar muy cuidada y enlazar la introducción con el desenlace de forma fluida. Debemos utilizar ciertas pistas para ir guiando al lector a lo largo de la historia a fin de mantenerlo interesado, intrigado y adivinando.No podemos permitir que se aburra o que no consiga hilar la relación que existe entre los diversos elementos de la historia. Es importante encaminarnos lentamente hacia el clímax para lo que debemos intensificar lentamente a lo largo del desarrollo el conflicto fundamental, esto hará que el lector se interese y se mantenga “enganchado”.
- Realizar una responsable correcciónNo podemos dejar las cosas tal cual surgieron, porque posiblemente a lo largo de la redacción hemos cometido mil errores: de gramática, de consistencia, de correlación, etc.Así que, una vez hemos dado por concluida la narración debemos volver sobre nuestros pasos y revisar exhaustivamente cada párrafo para ver qué retoque necesita.Es importante intentar reducir al máximo la historia. Quitar todo aquello que esté demás, que sea mero adorno. La narrativa exige una precisión absoluta en el uso de los términos y, el cuento en particular, nos pide, sobre todo, que seamos todo lo breves que podamos.Una vez terminada la corrección conviene que guardemos el relato en un cajón; para revisarlo recién un par de días más tarde. Si todavía nos convence, podemos pensar en mostrarlo. Si no es así, pues ¡a ponernos con otra cosa!
Posiblemente, a lo largo de nuestra vida no lleguemos a mostrar ni la mitad de todo lo que escribamos. Pero en eso consiste justamente escribir y es a lo que se refiere la frase que citamos en los primeros párrafos.
Escribir es aprender y entendernos. Y, para conseguir algo medianamente agradable a nuestros ojos, deberemos primero escribir muchas otras cosas, muchas de las cuales, posiblemente, lleguemos incluso a detestar. Pero ¿acaso no vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo para una tarea tan fascinante? Mi respuesta es: Sí. Y la tuya ¿Cuál es?
Lee todo en: 7 consejos importantes para escribir relatos > Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/consejos-importantes-escribir#ixzz2zkK893Jn
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