Ya sabemos que la avena es un alimento muy bueno para la salud general de nuestro cuerpo, e incluso se utiliza en tratamientos de belleza naturales para mejorar la calidad de nuestra piel. Pero ¿qué propiedades tiene la avena cruda? ¿Es buena para nuestra salud? ¿Aporta elementos diferentes que si la consumimos cocida? Sigue leyendo para descubrir todos los secretos detrás del cereal más consumido en el mundo.
Beneficios de la avena
Independientemente de que la consumamos cruda o cocida, las propiedades nutritivas de la avena son muchas: aproximadamente 300 calorías por porción, entre las que se incluyen fibra, proteínas, grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, vitaminas, minerales -calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y manganeso-.
La avena para bajar el colesterol es ideal, así como también la presión arterial. Mejora el sistema digestivo, permite regular el azúcar en sangre y protege contra el cáncer.
Beneficios de la avena cruda
Entre los beneficios de la avena cruda tenemos los ya mencionados de bajar el colesterol malo, controlar los niveles de azúcar en sangre y bajar la presión arterial. También ayuda a regular los movimientos intestinales y mantener el peso adecuado.
Es una fuente importante de hidratos de carbono, por lo que brinda la energía suficiente para aquellas personas que se dedican al deporte. Promueve la salud de los nervios y se lo considera uno de los alimentos más importantes para la longevidad, ya que sus fitonutrientes y ácidos grasos permiten a nuestro cuerpo luchar contra enfermedades crónicas.
Por si fuera poco, entre las propiedades de la avena cruda se encuentra su poder antidepresivo y consumir avena regularmente ayuda a reducir la fatiga. Por otra parte, los beta-glucanos que contiene la avena cruda nos ayudan a engrosar los músculos del corazón, minimizando el riesgo al ataque al corazón. La avena cruda tiene propiedades antifúngicas y reduce el riesgo de padecer diabetes del tipo 2.
Sin embargo, debemos evitar la avena cruda si tenemos problemas gastrointestinales graves, ya que es más difícil de digerir y puede causarnos malestar.
Cómo consumir avena cruda
Si bien la avena cruda suele ser más difícil de masticar -en el proceso de cocción se ablanda-, hay formas de conseguir una pasta suave y fácil de comer. Mezclar una taza de avena con dos tazas de agua tibia o fría, dejar reposar al menos dos horas, aunque lo ideal es una noche entera. Al otro día, poner todo en una procesadora y hacer una pasta. La avena cruda no será tan dulce como cocida, por lo que puedes endulzarla con miel, azúcar rubia o fruta fresca.
Puedes mezclarla también con yogur y frutos secos para un snack saludable, o también convertir esta mezcla en un smoothie pasándolo por la licuadora. Se puede incluir en ensaladas como acompañamiento -ideal para las ensaladas de pasta o con atún-, o en sopas.
Estas son algunas de las propiedades de la avena cruda más importantes, aunque sin duda alguna, tiene millones de beneficios para nuestra salud. ¿Consumes avena a diario? ¿Prefieres comerla cruda o cocida?
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