Esta sabrosa y nutritiva fruta tropical también tiene muchas propiedades curativas y regenerativas.
La piña, también conocida como ananás, ayuda en el tratamiento de distintos padecimientos como la retención de líquidos, la esclerosis, la deficiencia en la tiroides y en las glándulas genitales.
Con un agradable y apetecible sabor, contiene muchas vitaminas indispensables en el desarrollo de los niños, como son la vitamina A, B, y C. Además, tiene oligoelementos como el hierro, calcio, cobre, fósforo y manganeso.
Ayuda al equilibrio psiconeurológico de las personas en los casos de depresiones o angustias.
Es una fruta rica en ácidos, por lo que es activa como depuradora de la sangre y el sistema digestivo. Las enfermedades en las que actúa eficazmente son:
Tristezas, melancolías, mal funcionamiento de los ovarios, menopausia precoz, ictericia, fiebres, problemas bucales, llagas de la boca, placas bacterianas en la garganta, dificultades de la memoria, catarros, asma psicosomática, problemas hepáticos, estreñimientoy caries.
Además de todo esto, la piña posee minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro y sodio, así como vitaminas A, C y ácido fólico y es muy destacable su principal activo: la bromelaína o bromelina, que es una enzima tan potente, que es capaz de digerir aproximadamente mil veces su peso en proteínas, y de la que podemos obtener 87 miligramos en 10 gramos de fruto.
Esto la convierte, primeramente, en una sustancia sumamente poderosa con gran utilidad para el sistema digestivo; por ejemplo, puede emplearse para ablandar carnes y facilitar su consumo.
La piña ayuda, también, en el tratamiento a personas con problemas estomacales e intestinales para que asimilen las grasas de manera adecuada, o simplemente contribuye a regular una mejor absorción de los alimentos en el cuerpo.
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