SANTIAGO. El semanario Camino estimó que la inseguridad que afecta a esta ciudad ha llegado a un extremo que los residentes aquí se han convertido en presos de confianza dentro de sus hogares.
Asimismo, que el miedo a salir a las calles por temor a ser atracados hace de los días y noches de esta zona espacios de incertidumbre y pánico, a lo que aduce se suma el descuido a que la someten las autoridades.
El criterio de Camino, órgano escrito del Arzobispado de aquí, está contenido en el editorial que titula “Santiago querido”, en que comenta lo que define como “transformación drástica” experimentada por la ciudad en los años recientes.
“Sin quedarnos atrapados en la nostalgia que entristece el alma debemos admitir que hoy nos están despojando de los valores que identificaban a los santiagueros que orgullosos mostraban la serie 31 como carne de identidad”, refiere.
Refiere, además, que en los últimos años la inseguridad ciudadana ha ido arropando a muchos de los barrios y zonas residenciales, convirtiendo a sus moradores en presos de confianza dentro de sus propios hogares.
En otro aspecto, precisa que Santiago luce descuidada “y se va perdiendo la conciencia ciudadana y el sentido de pertenencia a un pueblo que mostraba con hidalguía su estilo y forma de ser”.
No obstante, Camino precisa que no es hora de lamentos y que llegó el momento de la acción para recobrar el dinamismo perdido “comenzando por sus autoridades, gremios profesionales, empresariales y comunitarios y todos aquellos a quienes les duela el presente de Santiago”.
Recomienda que se recobre la forma de vida perdida por los santiagueros “porque el paso de una vida pueblerina a la de una gran ciudad no tiene que ser traumático y mucho menos perder la esencia de un crecimiento armónico entre identidad y desarrollo”.
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