La delincuencia que en las últimas 48 horas ha cobrado dos vidas, una de un vendedor de plátanos y otra de un empleado de una banca de loterías, sumado a las 52 víctimas que se han registrado en lo que va de año, de acuerdo a los registros de organismos que monitorean entidades que investigan la inseguridad, ha obligado a los santiagueros a encerrarse en sus casas como una especie de presidiarios y presidiarias.
En la noche del jueves, Francisco Antonio Santos Sánchez, de 50 años, fue asesinado por delincuentes en medio de un forcejeo en una banca de loterías, cuando el hoy occiso que trabajaba como supervisor intentó hacer resistencia.
Una empleada de la banca dijo que Santos Sánchez hizo resistencia a los atracadores, quienes les dispararon causándole la muerte mientras era conducido a la clínica Centro Médico Materno Infantil de aquí. El miércoles en la noche también dos individuos mataron a balazos a Fausto Rodríguez, de 34 años, quien se dedicaba a vender plátanos en un atraco ocurrido en la carretera de Licey-Santiago.
La inseguridad que afecta a Santiago, con una población de 1.2 millones de habitantes, preocupa a comerciantes, transportistas, ciudadanos comunes, dirigentes comunitarios y representantes de derechos humanos.
El ex presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Santiago, dijo que la situación de inseguridad es grave y que ello ha obligado a muchos comerciantes a reducir su horario de trabajo en horas de la noche. Hace una semana, el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo se reunió con sectores de Santiago, y pidió la colaboración de la ciudadanía en la lucha contra la delincuencia.
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