Cruzar el “Quinto Come Carro”, es una tortura para quien maneja un automóvil público o privado, grande o pequeño, debido al deterioro del asfalto, y al robo de las tapas de las alcantarillas
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Conductores del transporte público y privado le cambiaron el nombre al Expreso Quinto Centenario, que conecta a la avenida John F. Kennedy con las avenidas Padre Castellanos y San Vicente de Paúl, ahora le llaman “Quinto Come Carros”, debido al mal estado en que se encuentra la importante vía del Gran Santo Domingo.
El asfalto del Expreso V Centenario se ha deteriorado, problema que se agrava por el robo de las tapas metálicas que son un verdadero peligro para choferes que tienen que maniobrar sus vehículos con destrezas, pueden caer en uno de los filtrantes que le han sustraído sus respectivas tapas.
Los moradores del “quinto come carro” han visto varios vehículos que se les han explotados neumáticos y una gran cantidad de accidente, cuando de forma abrupta los conductores esquivan los hoyos.
La avenida Expreso V Centenario, en arqueo realizado por reporteros de Acento.com.do, registra 27 filtrantes en dirección Este-Oeste y viceversa, de los cuales 11 están sin sus respectivas tapas y en muy mal estado.
Santos Esteban Marte, residente en uno de los apartamentos de esta vía, dijo que el “problema se produce porque rateros sustraen las tapas de acero de los filtrantes”.
“Pero ahí en el Expreso (V Centenario) colocaron una tapas de plástico duro, que no sirvió para nada, pues casi todas se destruyeron y el peligro para los choferes es latente”, añadió.
La sustracción de las tapas de los registros y los filtrantes de los contenes, constituyen un peligro público, por lo que Marte pide que se tomen acciones judiciales drásticas contra las personas que se dediquen a esto.
Manuel Álvarez, chofer de la ruta Los Mina-Quinto, dijo que debido a la gran cantidad de hoyos en la vía varios vehículos se han accidentado al intentar esquivar los agujeros mientras que a otros se les han estropeado piezas.
“Esta situación lleva varios años así, y lo malo es que la arreglan y en poco tiempo se vuelve a presentar la situación, lo que deja mucho que decir del trabajo que realizan el Ministerio de Obras Públicas o el Ayuntamiento del Distrito Nacional”, añadió.
Precisamente el Ministerio de Obras Públicas recientemente ha sustituido las tapas de hierro por un material plastificado, pero la medida no ha dado resultados, porque estas se hunden con facilidad.
Otro de los usuarios de la concurrida arteria, Enrique Jiménez, dice que la vía es poco vigilada, por lo que los “ladrones hacen y deshacen en el Expreso Quinto Centenario”.
Informó que ha visto como “Obras Publicas ha colocado cerca de siete veces los registro y que siempre la sustraen, esto es insólito”.
Cruzar “el quinto come carro”, es terrible, pues quienes transitan por allí reciben un aire contaminado, con un fétido y muy desagradable olor de heces fecales que brotan del sistema de alcantarillado que está tapado.
La salud de los residentes en los edificios de los extremos Sur de esta avenida, en Villa Consuelo, están peligro de contraer la terrible enfermedad de cólera.
La situación se produce porque las excreciones que van a la línea central del drenaje está llena de basura y los registros expulsan hacia la calle la heces fecales, donde se forma un gran charco en inunda el lugar con su ácido olor.
En ocasiones las heces llegan a ocupar casi dos carriles de la avenida en dirección Oeste-Este, lo que crea problema en el transito, negocios y residentes en el lugar.
El hedor que se produce hace tapar la nariz y los residentes temen por un brote de enfermedades por la contaminación generada.
La situación afecta más a los residentes de los edificios número 25, 27, 28, 29, 31, 32 y 72, ubicados en los extremos de la calle Manuel Ubaldo Gómez y la V Centenario.
A la importante vía el Ministerio de Obras Publicas ha realizado mejoras, como la reparación de los empalme, con sus respectiva pavimentación de los dos elevados que la componen y la iluminación que durante muchos años se reclamaba, pero no ha dado con la solución definitiva del robo y/o deterioro de los filtrantes, que son un verdadero peligro por la gran cantidad de vehículos que por allí transitan.
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