LA DECADENCISA EN NUESTRA SOCIEDAD.
Cuando leí la historia lo lamenté muchísimo. Un señor mayor, de 82 años, era asesinado en su casa para robarle una estufa y una nevera que quería vender. Lo mataron a ladrillazos y luego cubrieron su cadáver con una puerta de hierro y varios pedazos de concreto.
Así, tan abominable como suena, terminó la vida de Osvaldo Obdulio Erazo Cuevas (don Babby), una nueva víctima de la delincuencia que nos azota. Su familia, dolida y horrorizada, reclama que se haga justicia y se proteja a las personas mayores, quienes son más vulnerables frente a los delincuentes.
Con un llamado a que vayamos esta tarde a depositar una flor en su casa, ubicada en la avenida Enriquillo número 29 (Los Cacicazgos), reclaman que haya más seguridad para los envejecientes. Y es que, resaltan, cada vez son más los casos de ancianos que son brutalmente asesinados.
El caso de don Babby conmueve y preocupa. ¿Cuántos, como él, viven solos y serán presas del miedo? ¿Cuántos más tendrán que morir por culpa de unas autoridades que no hacen nada para detener esta escalada de violencia?
Sé que debo tenerlos hartos de tanto insistir en lo mismo. Pero es que duele, demasiado, ver que nos matan y que a nadie le importa. También nos impresiona que hayamos llegado a un punto tal que ni siquiera se respete a los abuelos. ¿Cómo es posible que alguien sea tan cruel para matar de esa manera a quien difícilmente pueda defenderse?
La historia de don Babby, un hombre que no tenía tachaduras, nos muestra el lado más triste de una sociedad que va en franca decadencia.
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