La Asociación Nacional de Policías Latinos denunció que en la ciudad de Nueva York se siguen imponiendo a los agentes cuotas mínimas de arrestos y multas, que afectan principalmente a las minorías, y que se aplican represalias a quienes se niegan a cumplir con esas órdenes.
“Esto es sistemático, endémico en la Policía y devastador para nuestras comunidades”
Debido a ello, el pasado 2 de marzo una docena de policías hispanos presentó una demanda de clase contra el Departamento de Policía de la ciudad en el tribunal federal en Manhattan, a la que esperan se sumen más oficiales.
"Esto es sistemático, endémico en la Policía y devastador para nuestras comunidades" latinas y afroamericanas, dijo Anthony Miranda, presidente de la Asociación, durante una conferencia de prensa frente al cuartel general de la Policía en Manhattan, junto a un grupo de oficiales, miembros de la organización.
Aseguró que a los policías se les exige acumular tres puntos mensuales por arrestos: si es por una falta el oficial obtiene un punto y por un delito grave 1.5 puntos.
'Un sistema ilegal'
"Cada oficial tiene que tener tres puntos por cada mes. Ese es un sistema ilegal y debe ser detenido de inmediato", agregó Miranda, quien recordó que el ahora alcalde Bill de Blasio prometió durante su campaña electoral poner fin a las cuotas, que comenzaron bajo la pasada administración del alcalde Michael Bloomberg y el jefe de la Policía, Raymond Kelly.
Destacó que aunque el sistema de cuotas afecta a todos los precintos "los números más altos son en las comunidades de minoría. Las multas y arrestos ocurren más en las comunidades de color".
El oficial Adhyl Polanco aseguró que ha sido castigado por negarse a cumplir con las cuotas, así como por haber testificado en un juicio en la corte federal en contra del Departamento de Policía por la práctica de parar y cachear neoyorquinos, el llamado "stop and frisk", que afecta en su mayoría latinos y negros.
"Son nuestros muchachos (de minorías) los que están siendo impactados" por el sistema de cuotas, aseguró el oficial y agregó que "De Blasio prometió cuando estaba en campaña que lo eliminaría, que era ilegal y todavía sigue igual".
De acuerdo con Polanco, si los policías se niegan son castigados "severamente" cambiándolos de precinto, no les asignan tiempo extra de trabajo (que significa más dinero para los agentes), les ordenan trabajar bajo la lluvia "en una calle desolada" o cambian sus turnos de trabajo.
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