El nivel de la presa de Tavera sigue en baja, agudizando el servicio de agua potable en comunidades de Santiago y Moca que se suplen de ese embalse.
Mientras la población se queja de aumentos desproporcionados en la tarifa que van desde un 20 hasta un 50 por ciento.
La sequía ha logrado colocar el nivel actual del embalse en 313.35 metros sobre el nivel del mar, con una disminución de cinco centímetros desde el pasado domingo.
Héctor Jáquez, director operativo de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) dijo a El Caribe que continúan con el mismo programa de suministro en las comunidades.
En las inmediaciones de la presa de Taveras, pescadores aprovechan para realizar esas labores en los espacios donde se van secando por la sequía que deja apenas pequeños charcos de agua.
El proceso de regularización ha impactado hasta en la agricultura, debido a que disminuyeron el desfogue de agua para dotar a los canales de riego. Actualmente el déficit del servicio a los usuarios es de un 35 por ciento y apenas producen 87 millones de galones por día.
En sectores como La Villa Olímpica, Barrio Lindo y Barrio Obrero, sus moradores se quejan de que llevan varios días sin recibir el vital líquido. Mientras en las comunidades de la parte este de Santiago como El Dorado, denuncian que la tarifa le aumentó en un 40 por ciento.
“No es posible que sin brindarnos agua todos los días y que por el contrario se ha agudizado la crisis la Coraasan nos quiera cobrar más”, apunta Ramona García.
En Moca que también se abastecen de la presa de Tavera y el embalse de Bao, decidieron asumir una campaña para concienciar a la población en la actual crisis por la que atraviesan. Para esos fines asumieron un programa de calendarización en varias comunidades.
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