“Él es bueno”, dijo el Papa Francisco el pasado domingo 23 febrero, refiriéndose al cardenal Nicolás de Jesús Lopez Rodríguez, delante del embajador dominicano en Roma, Víctor Grimaldi y de su esposa.
“Estábamos a la puerta de entrada de la Casa Santa Marta. Al aire libre, el coro de jóvenes de la Capilla Sixtina acababa de entonar un canto gregoriano. Éramos unas treinta personas, quizás menos, los que nos encontrábamos en este lugar situado entre la Puerta de los Rezos de la Basílica Vaticana y la residencia del Papa. --Santidad--, le dije cuando concluyó de cantar el coro. Estábamos a unos cinco pasos de distancia”.
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