Los morados no necesitan rivales
Los ataques entre ellos ruborizan a cualquiera...
Las lecciones a veces andan en el aire y tan altas que pocos las alcanzan. Cuando tiraban de los Molinos no hubo manera de repeler esos ataques, y desde entonces la expresión "tirando desde los Molinos" se volvió apropiada a situaciones de conflicto.
En el PLD se vive ahora algo parecido.
Están tirando desde los Molinos, y no hay forma de evitar tantos disparos, y aunque todavía no se conoce de muerte física, la mala fama corre y la desnudan en las esquinas.
Se acabó el tiempo de la inocencia, y ya no sólo chismes, sino infamias, agravios, perversidades, y los peledeístas van por las calles en calzoncillos y panties, sin darse cuenta.
No hay peor cuña que la del propio palo, y los peledeístas ya no necesitan enemigos. Entre sí se bastan, y su infierno se hace cada vez más grande, pues cuando uno arrima leña, el otro se apresura y echa gasolina.
Las cosas que se van oyendo de los parciales de un bando y del otro, son tan graves, que mejor no repetirlas. Sólo que quedarán en el imaginario popular y difícilmente se borren.
¿Cómo recoger plumas después que se lanzan a los vientos?
Recuperado de: http://www.diariolibre.com/movil/noticias_det.php?id=1150521
Las lecciones a veces andan en el aire y tan altas que pocos las alcanzan. Cuando tiraban de los Molinos no hubo manera de repeler esos ataques, y desde entonces la expresión "tirando desde los Molinos" se volvió apropiada a situaciones de conflicto.
En el PLD se vive ahora algo parecido.
Están tirando desde los Molinos, y no hay forma de evitar tantos disparos, y aunque todavía no se conoce de muerte física, la mala fama corre y la desnudan en las esquinas.
Se acabó el tiempo de la inocencia, y ya no sólo chismes, sino infamias, agravios, perversidades, y los peledeístas van por las calles en calzoncillos y panties, sin darse cuenta.
No hay peor cuña que la del propio palo, y los peledeístas ya no necesitan enemigos. Entre sí se bastan, y su infierno se hace cada vez más grande, pues cuando uno arrima leña, el otro se apresura y echa gasolina.
Las cosas que se van oyendo de los parciales de un bando y del otro, son tan graves, que mejor no repetirlas. Sólo que quedarán en el imaginario popular y difícilmente se borren.
¿Cómo recoger plumas después que se lanzan a los vientos?
Recuperado de: http://www.diariolibre.com/movil/noticias_det.php?id=1150521
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