El año 2016 trepó a su quinto mes en medio de una inexplicable paradoja. Siendo este el “Año del Fomento de la Vivienda”, designado mediante el decreto 389-15, la cantidad de dinero asignada al Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) para este período es 39% inferior que la otorgada en el año 2015. Esta insuficiencia de recursos y el declinante ritmo de las construcciones de vivienda que ejecuta el Estado determinan que el déficit habitacional que se quiere atenuar aumente en vez de bajar.
Por otra parte, aún bajo el amparo del Fideicomiso, para la mayoría de los pobres adquirir una vivienda modesta es una utopía. Se necesitan ingresos de no menos de RD$25 mil mensuales para calificar para un crédito con esos fines, y los niveles salariales de este país mantienen a mucha gente distantes de ese tope. Un grupo de organizaciones del Foro Ciudadano, cuyos dirigentes acudieron ayer al almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, arrojó luces sobre la realidad del problema.
Con las pobres inversiones hechas hasta el momento y un ritmo de ejecución del plan habitacional bastante alejado de sus metas, lo menos que se puede esperar es que en el “Año del Fomento de la Vivienda“ repunte el déficit de casas, entendido como la falta de unidades sumada a las malas condiciones de muchas de las existentes.
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