Desde que tuve uso de razón, los Santos Reyes Magos siempre llegaban el 6 de enero de cada año.
Inmancáblemente el 6 de enero. Penetraban con gran sigilo en las casas de los niños que nos habíamos portado bien, y con extremo cuidado para no hacer ruido colocaban sus regalos debajo de la cama y tomaban en cambio, los cigarrillos que les dejábamos a ellos y la yerba para sus camellos, más un poco de agua para beber que siempre derramaban “al descuido” para dar más credibilidad a su paso por allí.
El Día de Reyes y sus vísperas eran toda una aventura, acentuada por la emoción que impartía la inocencia de la ocasión. ¡Qué gran fecha aquella, todavía no contaminados por trineos, por nieve ni por viejos gordos vestidos de colorao!
A mí me parece una afrenta el cambiar por decreto la fecha de los Reyes Magos, como si estos fueran empleados públicos. ¡Hasta la Vieja Belén debe estar desconcertada!
“Dura lex, sed lex” decían los antiguos romanos para indicar que por dura o mala que sea ley, no nos queda más remedio que cumplirla. Resignación. Compartamos entonces la siguiente reflexión titulada “Obsequios a brindar” que nos regala el amable lector Ángel Gomera:
“Se acerca el Día de los Santos Reyes, padres y madres preocupados en la búsqueda de qué juguetes regalarles a los niños y niñas para ver reflejada la alegría en sus rostros y así cumplir con una tradición que al pasar del tiempo, ya no será igual, porque se han convertido en jóvenes con otros tipos de anhelos y sueños!
Ahora bien, me atrevo a decir que todos los días del año como padres y madres debemos estar diligentes a regalarles Santos Reyes a nuestros hijos(as) en las diferentes etapas de su existencia y no precisamente de aquellos juguetes que se adquieren en una tienda o juguetería; de los juguetes a que me refiero, se encuentran en la naturaleza de ser padre y madre, son alcanzables, súper económicos y de suma calidad y duración, los cuales marcarán sus vidas para siempre. Estos obsequios a brindar cada día y que debemos colocar en el arbolito de su corazón y su mente son:
una Tablet de afectividad, cuya contraseña sea un te amo: un videojuego en donde le dediquemos el tiempo necesario para lograr concretizar las metas de sus vidas; un castillo de princesa cuyas paredes estén revestidas de paz; una muñeca que repita palabras que edifiquen; un robot transformers que nos haga rectificar cuando cometemos acciones erróneas; un camión bombero cargado de suficiente diálogo para apagar las crisis y los malos entendidos; una barbie con un rostro de confianza;
un juego de cocina en donde preparemos los alimentos que son fruto de un trabajo digno y honrado; un kit de muñecos superhéroes con mensajes que orienten a forjar la civilización del bien; un carro control remoto con botones de esperanza; una pelota de la solidaridad que nos la pasemos en los momentos buenos y malos, un tren con estaciones que marquen las pautas de la coherencia y el ejemplo a seguir!
Una bicicleta en donde les enseñemos a transitar los caminos de la fe y un celular que nos acerque más a Dios como rector y guía de nuestras vidas!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario